Es curioso la importancia que tiene el buen cepillado de los dientes para nuestra salud y más aún, tras muchos años de «hijo, no olvides cepillarte los dientes». No obstante, siempre existe la excepción y una de ellas es que no es recomendable hacerlo nada más levantarse.
Ayer, tuve uno de esos desayunos que todo te sabe a rayos, lo curioso es que no estaba tomando nada fuera de lo normal y con ello me refiero a que no era muy distinto al de los anteriores días. El zumo de naranja tenía un intenso amargor muy ácido y este no se encontraba en mal estado, a no ser que la culpa la tuviese mi cepillado de dientes… ¡no puede ser! ¿el dentífrico me ha robado la fructosa del zumo?
