Existe la creencia de que el silencio y la soledad siempre van cogidas de la mano, aunque en determinadas ocasiones no sea cierto. No obstante, lo que sí puedo asegurar es que si tenemos el silencio, la soledad y el crecimiento, tenemos asegurado el éxito.
“Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio”. (Autor: Mario Benedetti).
El silencio, soledad y crecimiento siempre lo tomamos como algo negativo y nada más lejos de la realidad pues en el silencio, y en la soledad del mismo, es donde se cruzan las miradas cómplices de los enamorados, los besos perdidos de miradas ajenas y donde se forjan los grandes pensamientos.
“El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes”. (Autor: Thomas Carlyle).
Con respecto a la soledad, siempre la culpamos de todos los males y aún así, ni la conocemos. Pero la soledad es, en multitud de ocasiones, una cómplice amiga y es que lo más bonito de la soledad es el poder tener alguien con quien compartirla, pues ese saber y poder compartirla es el primer paso para conocerse a uno mismo.
“Tenemos que aprender a no asombrarnos de habernos encontrado, de que la vida pueda estar de pronto en el silencio o la mirada”. (Autor: Julia Prilutzky).
El silencio y la soledad procuran el crecimiento personal, el conocimiento de cómo y qué aprender en cada instante de nuestra vida, es decir, el saber hacernos a nosotros mismos y, al mismo tiempo, ser distinto de los demás.
“La vida es hacernos. Y crecer como los árboles. Uno nace como una semilla, con unos genes pero es uno quien tiene que hacerse”. (Autor: José Luis Sampedro).
“Y los silencios lo cantan todo, son la vida entera de cada uno resucitando, reconstruyéndose y requiriendo a la otra para completarse; son las existencias de ambos abrazándose en un trenzado de anhelos y esperanzas. Por eso tras de cada silencio fluyen las revelaciones…”. (Autor: José Luis Sampedro).
Y, para terminar, espero que ahora tus ojos miren de manera distinta al silencio y la soledad, para de esta manera dar la oportunidad al crecimiento.
Entonces, ¿es por eso entonces la insistencia del profesor para que estemos en silencio en clase?.